

Palma de Mallorca es una ciudad abierta al mar, moderna, cosmopolita y muy bien comunicada, en la que podrás descubrir y disfrutar de la esencia del Mediterráneo.
En sus alrededores podrás visitar playas escondidas y sierras escarpadas bañadas en esa luz tan especial de las Baleares. Allí te inspirarán sus vistas inigualables, sus lienzos de tramontana empujando veleros sobre el mar y sus románticos atardeceres bañados de amistad y sonrisas en la playa.
Pero Palma de Mallorca tiene mucho que ofrecer. Podrás perderte en un casco antiguo medieval lleno de rincones con encanto y arquitectura monumental. Pero también deleitarte con el mejor arte contemporáneo, vivir la intensa vida nocturna de Palma o disfrutar de la excelente gastronomía mediterránea.
Cuando te pregunten cuál es tu playa o cala favorita de Mallorca tendrás un problema. Sencillamente no sabrás cuál escoger. Desde playas kilométricas de arena blanca y aguas de color esmeralda poco profundas, hasta calas vírgenes escondidas y aisladas donde huir de las aglomeraciones.
La variedad de playas y calas en la isla hace que tanto si buscas un lugar apartado donde deleitarte con parajes espectaculares a tu aire, como si buscas un lugar cómodo donde disfrutar con tu familia de un día inolvidable, en Mallorca encontrarás tu sitio.
El centro histórico de Palma de Mallorca, de origen medieval, es un punto de partida inmejorable para descubrir la arquitectura de la ciudad. La Lonja de Palma, el castillo de Bellver, el Palacio Real de la Almudaina o la Catedral-Basílica de Palma se yerguen sobre los restos de la antigua ciudad musulmana de Madina Mayurqa y forman un impresionante conjunto de estilo gótico.
En Palma también podemos encontrar grandes ejemplos de arquitectura modernista, tanto de arquitectos catalanes como baleares, como el Gran Hotel de Palma, Can Rey o los ondulantes edificios de Casasayas y la Menorquina.
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