

En la centenaria capital de España encontrarás una ciudad cosmopolita, abierta y acogedora, con un patrimonio artístico y arquitectónico que te sorprenderá por su belleza y su variedad. Desde los restos de la antigua ciudad musulmana de Magerit hasta los vanguardistas rascacielos que forman el actual perfil de la ciudad, en Madrid vivirás una ciudad llena de historia siempre con la mirada puesta en el futuro.
A pesar de ser una gran metrópolis y la ciudad más grande de España, es fácil moverte en Madrid en transporte público y descubrir todos sus rincones.
La gastronomía es otro de los grandes atractivos de Madrid. Si quieres degustar una propuesta de alta cocina, Madrid cuenta con 22 restaurantes con Estrellas Michelin, entre los que se encuentra Santceloni, con 2 Estrellas, ubicado en el Hyatt Regency Hesperia Madrid. Pero en Madrid también podrás disfrutar de los platos típicos de la cocina tradicional castellana y mediterránea, y descubrir sus bares llenos de vida y calor, auténticos puntos de reunión para los madrileños.
Madrid es un efervescente núcleo cultural. Música, teatro, cine, arquitectura y arte encuentran en Madrid el escenario perfecto para expresarse, y siempre encontrarás un plan adaptado a tus gustos.
En Madrid también puedes visitar museos como el Museo del Prado, el Reina Sofía o el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, con grandes colecciones de arte nacional e internacional.
Además, paseando por sus barrios descubrirás la amalgama de personalidades que hacen de Madrid una ciudad única y con un encanto imborrable.
La arquitectura de Madrid es un reflejo de su historia. Con el establecimiento en Madrid de la capital de España en el siglo XVI comienza un período de grandes construcciones como la Casa de la Villa en el estilo herreriano y clasicista preferido por la dinastía reinante de los Austrias.
Con la llegada de los Borbones entró también en Madrid el barroco del Palacio Real y el neoclasicismo de la Puerta de Alcalá y el Museo del Prado.
El romanticismo e historicismo del s. XIX dio lugar en Madrid a un estilo propio, el neomudéjar.
Ya en el siglo XX encontramos ejemplos de arquitectura racionalista y moderna que abrieron paso a los modernos rascacielos, como las Torres Kío o las Cuatro Torres, que hoy definen el perfil de la ciudad.
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