

Zaragoza es una ciudad vibrante, moderna y llena de vida. Un cruce de caminos por el que diversas civilizaciones han dejado su huella en sus dos mil años de historia.
Además de importantes yacimientos romanos, la ciudad puede presumir de la hermosa arquitectura mudéjar del Palacio de la Aljafería y de la Catedral del Salvador (La Seo) y de bellos ejemplos de edificios barrocos, como la Basílica del Pilar, renacentistas y modernistas.
Además del patrimonio artístico y arquitectónico de la ciudad, también podrás disfrutar en Zaragoza de una gastronomía con personalidad, de platos sencillos y sabrosas tapas que aprovechan todo el potencial de los productos de la zona. Adéntrate en la famosa zona de tapas del Tubo y déjate llevar por el paladar.
El casco histórico de Zaragoza esconde más de un tesoro. Además de sus monumentos y arquitectura, en sus calles podrás descubrir otra riqueza, la de las tapas.
La zona de El Tubo es de las más emblemáticas, pero en las plazas de San Miguel, la Magdalena y Santa Marta también encontrarás tabernas tradicionales y locales más atrevidos e innovadores donde el formato gastronómico de la tapa revela todas sus posibilidades.
En Zaragoza podrás encontrar algunos de los más bellos ejemplos de arquitectura mudéjar, una fusión de estilos románico y musulmán que fueron la seña del Renacimiento en la capital de Aragón.
La Catedral del Salvador, también conocida como la Seo, y el impresionante palacio de la Aljafería son los dos ejemplos más conocidos, pero hay muchos más. La iglesia de San Pablo o los torreones de la Zuda y de Fortea son otros bellos ejemplos de arquitectura mudéjar.
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